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Transición energética: los principales retos y soluciones

La transición energética es una de las principales herramientas que tenemos para combatir los efectos de la contaminación y tratar de revertir el calentamiento global del planeta y el cambio climático. Entre los mayores retos que nos presenta la transición energética está el de conseguir migrar hacia un modelo energético más limpio y sostenible, pasando por reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y por potenciar el uso de las fuentes de energía renovables. 

En este artículo vamos a dedicar unos minutos a conocer brevemente cuáles son las claves más importantes de la transición energética, cuáles son los principales retos y soluciones a los que debemos enfrentarnos para acometer este gran cambio productivo y de consumo en el siglo XXI y cuáles son los objetivos más importantes marcados por España y por la Unión Europea sobre transición energética para esta primera mitad del siglo en la que ya nos encontramos plenamente inmersos. 

¿Qué es la transición energética?

Podemos entender el concepto de la transición energética como todo el conjunto de medidas y políticas que deben adoptarse de manera estructural en las formas en las que producimos, distribuimos y consumimos la energía, de cara a instaurar un sistema energético más sostenible que el que tenemos en la actualidad. 

Y para ello, el principal objetivo es el de cambiar un paradigma energético basado en el uso y consumo de fuentes de energía altamente contaminantes, con los combustibles fósiles e hidrocarburos a la cabeza; hasta una mayor prevalencia de las fuentes de energía limpias, renovables y sostenibles.

Además, desde el punto de vista del consumo, y más allá del uso de fuentes de energía renovables, se trata también de reducir la demanda energética de forma generalizada para contener la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero y de dióxido de carbono. Lo que pasa necesariamente por adoptar un estilo de vida que sea más responsable y eficiente respecto al uso de la energía.

Guia Sostenibilidad

Principales retos y soluciones para la transición energética

La necesidad de llevar a cabo una transición energética se deriva de los problemas de sostenibilidad y de gestión de recursos naturales y de residuos que plantea el actual modelo energético y de consumo basado, en mayor o menor medida, en la quema de combustibles fósiles. 

Así, la transición energética plantea una serie de retos para los que hay que encontrar soluciones más sostenibles.

Los principales de estos retos que se plantean y las posibles soluciones que se barajan para conseguir esta transición energética serían los siguientes:

Reducir la dependencia de las fuentes de energía no renovables, principalmente aquellas basadas en la quema de combustibles fósiles, con el doble objetivo de, en primer lugar, reducir los niveles de contaminación y, después, afrontar el problema que plantea el carácter finito de estos recursos fósiles. Así pues se busca una descarbonización de los modelos productivos y de consumo. El principal reto para la transición energética ya que en la actualidad este tipo de fuentes de energía contaminantes satisfacen más del 80 % de la demanda energética a nivel global.

Prescindir del uso de la energía nuclear. No solo para prevenir contra los graves problemas medioambientales y de salud que este tipo de energía puede ocasionar en casos como los accidentes de Chernóbil o el más reciente de Fukushima. Sino también por el problema que supone la gestión de los residuos nucleares a largo plazo, ya que estos permanecen activos durante miles de años. 

Potenciar la expansión e implementación del uso de fuentes de energía renovables, mucho más limpias y sostenibles. Para reducir la dependencia energética de los combustibles fósiles es imprescindible encontrar e implementar formas alternativas de producir y distribuir la energía. Y es aquí en donde aparecen las fuentes de energía renovables, como la energía solar, la hidroeléctrica, la energía eólica, la mareomotriz, la geotérmica o el uso de biomasa. 

Reducir el consumo energético y potenciar el autoconsumo. La transición energética requiere de una transformación a todos los niveles, también en el plano social y cultural, por lo que se hace necesario instaurar medidas que fomenten un consumo energético responsable y eficiente. Y también que se promueva el autoconsumo de energía. La producción de electricidad a nivel particular o empresarial de cara a reducir el peso de la demanda energética sobre la red eléctrica y a potenciar aún más el uso de fuentes de energía renovables y limpias. 

¿Cuáles son los objetivos de transición energética de España y de Europa?

A nivel institucional, los objetivos marcados por España y por la Unión Europea para llevar a cabo la transición energética se basan en diferentes paquetes de medidas concretas que se han fijado para los límites temporales del 2020, 2030 y 2050, con el objetivo general más ambicioso de cumplir finalmente con la neutralidad de las emisiones de carbono para el año 2050 y contener el aumento de la temperatura global del planeta, como se marcaba en el Acuerdo de París de 2015.

De estas medidas y objetivos concretos de España y la Unión Europea para llevar a cabo la transición energética, las más importantes serían estas:

Para 2030

  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 20 %.
  • Incrementar la cuota de energía procedente de fuentes de energía renovables en al menos un 35 % de la energía total consumida. 
  • Conseguir un ahorro energético de al menos el 35 % a través de la implantación de medidas destinadas a incrementar la eficiencia energética.

Y para 2050:

  • Compensar al 100 % las emisiones de CO2, llegando a ser totalmente neutros.
  • Que el 100 % de la energía eléctrica producida nacionalmente se haga mediante fuentes de energía renovables (el 70 % para 2030).

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