Forman parte de los platos que comemos habitualmente, pero cada una de ellas tiene unas características que es importante conocer. Hoy te las explicamos. Llevan más de 600 años entre nosotros y forman parte de numerosos platos de nuestra gastronomía. Tanto es así que pocos dirían que las patatas son originarias de Latinoamérica. Y lo que no todo el mundo sabe, es que existen más de 100 tipos de patatas, porque estamos habituadas a ver dos o tres tipos diferentes en los establecimientos comerciales.
Hoy queremos dedicar un artículo especial a la patata, te hablaremos de 6 variedades, de sus características, de cómo cocinarlas, pero también de 4 variedades de patatas clasificadas por su tipo de cosecha.
6 tipos de patatas y cómo cocinarlas
Como te decíamos, existen más de 100 variedades de patatas, aunque no todas ellas las podemos encontrar en España o, al menos, de forma sencilla.
Así que hemos querido recoger las propiedades, características y maneras de cocinar 6 de ellas, que sí que vas a poder tener en tu casa y disfrutar de ellas. Son las siguientes:
Patata Monalisa
Es la que nunca falla en las fruterías, mercados y tiendas de alimentación. La reconocerás porque tiene una piel lisa, limpia, amarilla, con pequeños puntos negros y forma ovalada.
Cómo se cocina: de la manera que quieras, porque es perfecta tanto para freír, como para cocer. En el caso de que la cuezas, verás que absorbe muy poco aceite y si la cueces, ahorrarás tiempo, porque llega a su punto antes que cualquier otra variedad.
Patata Spunta
Se denomina así por su forma alargada. Estéticamente, es algo más fea que la anterior, pero su sabor es más intenso. Su piel es algo más gruesa y oscura, con respecto a la Monalisa.
Cómo se cocina: también es una patata todotorreno, aunque está especialmente recomendada para guisar.
Patata Kennebec
También conocida como patata gallega, vas a reconocer esta variedad porque no tiene una forma uniforme, su piel es más fina que la anterior, pero mucho más oscura, como manchada y su pulpa es blanca.
Cómo se cocina: al tener mucho almidón, es perfecta para freír, si bien es cierto que también queda muy bien en los guisos. Tiene un sabor más fuerte que las anteriores.
Patata Universa
Muy similar a la Monalisa en lo que a su aspecto se refiere, suele ser un poco más pequeña y de piel muy clara, amarillo pálido, frente al de la Monalisa, que es más vivo.
Cómo se cocina: por sus características, es perfecta para freír, si bien también se suelen emplear en guisos.
Patata Elodie
Otra de las variedades que es muy fácil de encontrar en las tiendas y muy versátil en cuanto al tipo de cocina. La vas a reconocer porque es alargada, piel muy fina y clara, igual que el color de su pulpa. Su sabor es suave y refrescante, por eso también se emplea mucho en ensaladas.
Cómo se cocina: indistintamente, en guisos o para freír, pero pocas veces para asar, ya que tiene un sabor muy suave.
Patata Red Pontiac
Esta es mucho menos habitual en supermercados, pero sí que la puedes encontrar fácilmente en tiendas de frutas y verduras o en los mercados. Como indica su nombre, es una patata de piel roja, piel fina y de pequeño tamaño.
Cómo se cocina: cocida o asada, esta patata queda muy bien, pero donde más se emplea es en las tortillas de patatas de los restaurantes, porque le da un sabor muy especial.
4 tipos de patatas por cosecha
Otra forma de clasificar las patatas son los días durante los cuales se cultivan las mismas. Por eso te presentamos las 4 variedades de patatas, en orden cronológico:
- Patatas precoces: la mayoría de estas patatas se exportan, por lo que es tan común encontrarlas en los puntos de venta habituales. Las mismas se cultivan entre los meses de enero y abril, y su cultivo se da durante 90 días. Son patatas perfectas para cocer y de tamaño pequeño.
- Patatas tempranas: que se cultivan entre 90 y 120 días, durante los meses de abril a junio. Son patatas con poco almidón y, por tanto, perfectas para guisos. Su piel es fina y clara. A diferencia de las anteriores, sí que se encuentran fácilmente en las tiendas.
- Patatas de media estación: que reciben su nombre porque se cultivan durante los meses de junio a septiembre (a mitad de año). Su cultivo es más largo que las anteriores, de 120 a 150 días.
- Patatas tardías: que se cultivan durante 120 y 150 días, de septiembre a enero. Son patatas muy duraderas, que aguantan muy bien las frías temperaturas del invierno, además de ser las más duraderas en las casas. Su piel es más gruesa y su sabor algo más intenso. Son ideales tanto para freír, como para guisar y asar.
Ahora sí, ya tienes a tu disposición los datos que necesitas conocer para que, en el momento que vayas a comprar patatas, te decantes por unas o por otras, en función de lo que quieras cocinar, pero también dependiendo de si las usas mucho o poco, para saber el tiempo que te van a aguantar bien en casa.