Según el informe The Global E-Waste Monitor 2020, solo en 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el mundo, de los cuales, Asia es el mayor contribuyente con 24,9 millones de toneladas. Le siguen América con 13,1 millones de toneladas y Europa con 12 millones de toneladas. Mientras que se dispara el consumo de electrodomésticos y aparatos de comunicación como consecuencia de la penetración de las nuevas tecnologías en nuestra vida cotidiana, también aumenta el volumen de residuos con baterías, cables o enchufes. Teniendo en cuenta estos datos, se estima que para 2030, habrá unas 74 millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el planeta, de los que muy poca parte será reciclada si no aplicamos desde ya la economía circular.
En 2019, sólo 17,4% de los residuos electrónicos han sido reciclados, el porcentaje restante ha terminado en los vertederos o directamente en el medio ambiente. No solo es una cuestión de contaminación medioambiental sino también es una cuestión de desperdicio, ya que más de 90% de los materiales de estos residuos son reciclables.
En los últimos años, los dispositivos móviles han tenido una evolución notable tanto en la tecnología como en los materiales. Actualmente la gran mayoría de los smartphones están principalmente hechos de un 29% de plástico, 16% de elementos cerámicos, 15% de cobre y otros componentes, 10% sílice plástico, 10% de otros metales, 9% de resina epoxi, 8% de otros plásticos y 3% de iron (Datos de Wold Economic Forum – A New Circular Vision for Electronics). Cuando un dispositivo de estos termina en el medio ambiente, liberará sus materiales tóxicos como arsénico, antimonio, berilio, plomo, níquel y zinc y otros metales pesados como el plomo, cadmio o el mercurio. Además, por si no lo sabías, la parte más contaminante de un smartphone es su batería. Y es que una sola batería de litio puede llegar a contaminar hasta 600.000 litros de agua. A eso habrá que añadir también las emisiones de gases de efecto invernadero que se han generado durante la producción, el transporte y también el uso de estos dispositivos móviles.
Por esto si fuera poco, hay que recordar que la extracción de coltán, un mineral muy valioso que se usa como condensador en los teléfonos móviles, está generando serios problemas socio políticos y medioambientales en países como la República Democrática del Congo, donde no cesan los conflictos armados a causa de la producción de de este mineral.
Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir este impacto? La primera opción consiste en intentar alargar el máximo tiempo posible la vida útil de un móvil. Si eres de los que les gusta estar a la última tendencia tecnológica, deberás comenzar a plantearte cambiar ese hábito, si te importa el planeta.
A continuación, te mostramos diferentes soluciones que puedes aplicar para darle una segunda vida o reciclar tu móvil usado. Estas son solo algunas ideas:
Si tu móvil aún está en buenas condiciones o tiene menos de 3 años de antigüedad, se puede vender a una tienda de segunda mano. Ellos se encargarán de valorarlo, reacondicionarlo y ponerlo de nuevo a la venta. Eso sí, antes de entregar el dispositivo, es recomendable hacer una limpieza de datos personales de la memoria del móvil y resetearlo con los ajustes de fábrica para que nadie pueda acceder a tus datos personales.
Además de venderlo a una tienda de segunda mano, también puedes aprovechar los programas especiales que ofrecen algunas compañías telefónicas. Por ejemplo, Movistar y Vodafone ofrecen diferentes opciones para renovar los móviles o conseguir descuentos en precios a cambio de la entrega de tu viejo terminal.
Los smartphones en sí tienen muchas funciones que podemos aprovechar para convertirlos en un nuevo aparato de utilidad. Por ejemplo, ahora están muy de moda los altavoces inteligentes. ¿Has pensado que todo lo que puede hacer Google Home o Amazon Echo, en realidad lo puede hacer un smartphone con el asistente de Google? La idea es conectar un altavoz normal con el móvil, hacerle un par de configuraciones y dejarlo en un lugar fijo de la casa. Así tendremos un asistente de voz en casa completamente gratis.
Otra idea es convertirlo en una cámara de vigilancia o vigilabebés. Para ello, solo tienes que buscar una aplicación adecuada en Google Play o Apple Store y comenzar a utilizarlo con esta nueva función.
También podemos usar nuestro móvil antiguo como el GPS para coche, radio, calculadora, mando a distancia, despertador o reproductor de música. Como ves, ¡las ideas son infinitas!
Existen asociaciones que recogen los teléfonos móviles usados, los clasifican y los reacondicionan para ponerlos de nuevo en el mercado. Los fondos recaudados serán usados para algún proyecto sin ánimo de lucro que ponen en marcha estas organizaciones.
Algunas de las opciones disponibles son las siguientes:
En España hay muchos Puntos Limpios donde podemos llevar nuestro móvil usado. Si necesitas localizar tu punto limpio más cercano, puedes utilizar este buscador. En caso de que no encuentres un punto limpio en tus proximidades, también puedes optar por llevarlo a los puntos de recogida de organizaciones o empresas privadas como las siguientes:
Esperamos que estas ideas te hayan servido de utilidad si quieres darle una segunda vida a tu smartphone y reducir el impacto medioambiental que implica el uso y posterior desecho de estos dispositivos móviles.
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