El moho engloba a toda una serie de organismos vivos microscópicos pertenecientes al reino de los hongos. Hablamos, pues, de seres eucariotas (cuyas células tienen un núcleo real diferenciado) que no pertenecen a la clasificación ni de animales ni de plantas. La reproducción de los hongos que forman el moho se produce mediante esporas. Estas esporas están presentes, muchas veces suspendidas en el aire, en casi cualquier ambiente que podamos analizar, sin embargo, la proliferación del moho a un nivel suficiente como para que nosotros podamos percibirlo a través de la simple observación suele darse tan solo en ciertas condiciones ambientales.
Principalmente, debe haber unos niveles de temperatura y humedad elevados, en torno a unos 20 °C y una humedad relativa del 70 % o superior.
Y también es necesario que exista en el medio de crecimiento una cierta concentración de oxígeno y de nutrientes en forma de materia orgánica, ya que los hongos, y entre ellos el moho, se caracterizan por ser organismos heterótrofos (no pueden sintetizar su propio alimento a partir de materia inorgánica).
Una mala ventilación y una baja exposición a la luz solar favorecerán también la aparición del moho.
Cuando todas estas variables se conjugan en el interior de nuestro hogar, en especial si vivimos en zonas muy húmedas, como en islas u otras zonas costeras, el moho puede convertirse en un auténtico problema doméstico. No solo pueden aparecer manchas de moho en las paredes de la casa, sobre todo en la cocina y en el baño. Sino que este moho también contribuirá a echar a perder nuestros alimentos perecederos más rápido y se alimentará de materia orgánica que encuentre a su paso, incluyendo muebles de madera, alfombras, moquetas, ropa… Y por si esto fuera poco, ciertos tipos de mohos, como algunas especies concretas de los géneros Aspergillus y Stachybotrys, pueden llegar a ocasionarnos graves problemas de salud, como infecciones, afecciones de tipo respiratorio o reacciones alérgicas.
Por todo ello, hoy vamos a ver cómo podemos limpiar las manchas de moho de nuestro hogar. Más concretamente, cómo podemos quitar el moho de las paredes de la casa. Y lo haremos a través de una serie de remedios naturales que representan algunas de las alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para cumplir este fin. Recomendaciones para eliminar el moho de las paredes sin necesidad de emplear químicos altamente contaminantes como la lejía o el amoníaco.
6 remedios naturales para quitar el moho de las paredes
1. Agua oxigenada
El uso de agua oxigenada para combatir el moho de las paredes es una de las soluciones más populares y sencillas de llevar a cabo. Tan solo necesitaremos hacer una disolución de agua oxigenada en agua normal a una concentración del 3 %. Hecha la mezcla, emplearemos un recipiente con difusor atomizador para aplicar el líquido directamente sobre las zonas de la pared afectadas por el moho. Dejaremos que la disolución de agua oxigenada haga su trabajo durante unos minutos (normalmente bastará con entre 10 y 15 minutos) y posteriormente limpiaremos bien la pared con un paño húmedo.
2. Vinagre
El vinagre blanco, tanto el de manzana como el de vino, se componen básicamente de ácido acético. Este compuesto de origen natural también resulta muy efectivo para tratar las manchas de moho de las paredes. Al igual que en el caso anterior, nos serviremos de una botella con difusor de tipo spray para aplicar el líquido sobre la parte de la pared que tenga moho. Si nos preocupa el olor a vinagre, también podemos rebajar parcialmente la mezcla con algo de agua y unas gotas de algún tipo de aceite esencial que nos guste para enmascarar el fuerte olor del vinagre. Aunque en este caso, el remedio no será tan efectivo como lo es si empleamos solo vinagre.
3. Bicarbonato de sodio
Al igual que sucede con el caso anterior, el bicarbonato de sodio es un compuesto que puede encontrarse de forma natural en la naturaleza. Por este motivo, resulta prácticamente inocuo para el medio ambiente y su uso para eliminar el moho de las paredes es una de las opciones más respetuosas y sostenibles. Al igual que en los puntos anteriores, también aplicaremos el bicarbonato disuelto en agua. Bastará con que diluyamos dos cucharadas de bicarbonato en polvo en medio litro de agua y que apliquemos la mezcla resultante sobre la parte de la pared que presente moho.
Este método de eliminación del moho de las paredes resulta además especialmente interesante para las paredes de color blanco en las que el moho pueda haber dejado algún tipo de mancha o coloración, ya que el bicarbonato produce también un efecto blanqueante. Y por si esto no fuera suficiente, además ayuda a neutralizar los malos olores del moho.
4. Vodka
El alto contenido en alcohol etílico del vodka puede resultar útil también para limpiar las manchas de moho de las paredes. Lo aplicaremos, una vez más, pulverizado sobre la zona afectada y, después de dejarlo actuar durante unos minutos, limpiaremos la pared con un paño húmedo. El carácter incoloro de esta bebida será de utilidad para no dejar huella sobre nuestra pared.
5. Aceite esencial de árbol del té
Otro de los remedios más naturales y efectivos para tratar las manchas de moho en las paredes de nuestra casa es la aplicación de aceite esencial de árbol del té directamente sobre el moho. Este aceite es bien conocido por sus propiedades desinfectantes, antibacterianas y fungicidas. Estas últimas nos permitirán eliminar el problema del moho de las paredes de raíz.
Para ello, solo tendremos que diluir una cucharilla de aceite esencial de árbol del té en unos 400 ml de agua y rociar la mezcla sobre la pared con moho.
Tras dejar que la mezcla reaccione sobre la mancha durante unos minutos, limpiaremos toda la zona con un paño húmedo o, si ya está seca, podremos cepillarla con cuidado.
6. Extracto de semillas de pomelo
Y finalizamos nuestra pequeña lista de tratamientos naturales para combatir el moho de las paredes con el extracto de semillas de pomelo. Otro compuesto de origen totalmente natural y ampliamente utilizado como ingrediente para tratamientos de belleza y salud.
Entre sus muchas propiedades, este extracto de semillas de pomelo tiene un gran efecto fungicida que podemos aprovechar para quitar el moho de las paredes de nuestro hogar.
Para aplicarlo, tan solo necesitaremos diluir una cucharadita de este líquido en unos 250 ml de agua. Hecha la mezcla, la rociaremos en la parte de la pared que presente el moho ayudándonos de una botella difusora. También podemos empapar la zona humedeciéndola directamente con un paño.
Lo mejor de esta última forma de quitar el moho de las paredes de la casa es que, si el moho no ha dejado mancha, no será necesario retirar la mezcla de la pared después de su aplicación. Y además, el aroma del extracto de semillas de pomelo resulta mucho más agradable que el que dejan algunas otras de las soluciones que hemos visto.