¿Siempre has tenido interés por crear tu propio huerto para plantar frutas y verduras en tu casa? Pues estás de enhorabuena, porque en este artículo te enseñaremos algunos truquillos para cultivar frutas y verduras dentro de casa y no morir en el intento. También haremos un repaso por algunas de las frutas y verduras que son más fáciles de cultivar para aquellos que se están iniciando en el mundo de la jardinería y no cuentan con demasiados conocimientos.
De esta manera, tras unos meses de espera y buenos cuidados, tus plantas irán creciendo poco a poco hasta obtener tu primera cosecha. Algo que seguro celebrarás con mucha ilusión.
Cultivar verduras y frutas dentro de casa
Por si no lo sabías, cultivar tus propios alimentos de manera casera (sea en la cantidad que sea) contribuye a reducir tu huella de carbono en el medio ambiente y hace que las frutas y verduras que obtengas estén libres de pesticidas y otros productos químicos. Además, el sabor de este tipo de cosechas suele ser más intenso y rico que aquellas frutas y verduras que compramos en los supermercados.
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Si quieres comenzar a plantar frutas y verduras en casa, no importa el espacio del que dispongas en tu hogar para hacerlo, ya que puedes crear tu propio huerto sea cual sea tu área disponible. ¡Y es que existen infinidad de soluciones que te permitirán adaptarlo a tu vivienda!
Por ejemplo:
Puedes utilizar maceteros, mesas de cultivo o jardineras reducidas para las terrazas más pequeñas.
Si cuentas con un jardín amplio, puedes optar por soluciones más complejas con amplias jardineras, bancales elevados e incluso llegar a plantar tus propios árboles frutales directamente sobre el terreno o en maceteros grandes.
Antes de comenzar con el proceso correcto que debes seguir para plantar verduras y frutas en macetas, jardineras, bancales o directamente sobre terrenos, es muy importante que prestes atención a estos factores preliminares que son de vital importancia si quieres que tu cosecha crezca de manera fructífera:
Luz
La mayor parte de los cultivos son exigentes en luz para que su crecimiento se realice de manera óptima. Por tanto, deberás sembrar tus verduras y frutas en lugares con una buena exposición al sol, que garanticen que tus plantas reciban al menos unas 6 horas de luz diarias.
Riego
Otro aspecto fundamental en el cultivo y crecimiento de tus plantas está en el riego. En este sentido, lo más apropiado es procurar que el sustrato esté húmedo de manera constante, pero depende de cada cultivo y de sus necesidades específicas. Hay que evitar regar en exceso nuestros cultivos, pues esto podría provocar que se encharquen y acaben estropeándose.
Sustrato
Tanto si vamos a plantar semillas en el propio suelo como en superficies como maceteros, es importante que lo hagamos en sustratos orgánicos muy fértiles y que tengan un buen drenaje. Estas características facilitan el crecimiento de nuestra cosecha gracias a sus propiedades relacionadas con la absorción de agua y otros nutrientes.
Ahora que ya sabes estas consideraciones generales en cuanto a plantar verduras y frutas en casa, será el momento de que conozcas este listado con algunas de las mejores frutas y verduras fáciles de cultivar dentro de casa. En pocos meses ya habrás obtenido una excelente cosecha con la que se te pondrán los dientes largos y podrás preparar multitud de ricos y sabrosos platos. ¡Comenzamos!
1. Zanahorias
Las zanahorias son una de las hortalizas de raíz que puedes plantar en casa de manera más sencilla y práctica. Además de poder cultivarse durante todo el año, este tipo de plantas crecen bien en los espacios con sombra, por lo que si tienes en tu jardín o terraza alguna zona con menos sol, puedes destinarla al cultivo de zanahorias.
Lo más importante a tener en cuenta a la hora de cultivar zanahorias está en la humedad de la tierra y en garantizar un riego constante (pero nunca en exceso), ya que no conviene que la tierra se llegue a secar, pues podría perjudicar al resultado de nuestra cosecha. Por último, puedes plantar las cebollas al lado de las zanahorias, pues su potente olor funcionará como repelente de la mosca de las zanahorias, un insecto que acaba comiéndose su raíz. Con esta hortaliza puedes hacer multitud de recetas, desde cremas hasta ensaladas.
Las zanahorias son un alimento que debes incluir en tu dieta, gracias a su contenido en betacaroteno, potasio y fósforo, lo que las hace perfectas para comer entre horas y recargar pilas.
2. Pepinos
Si eres un principiante en el mundo de los cultivos en casa, el pepino es otro de los vegetales que más fácilmente puedes plantar en casa. La temporada más apropiada para sembrar los pepinos está entre los meses de abril y junio, puesto que esta verdura requiere de una época cálida con temperaturas por encima de los 20ºC. Por otro lado, debes colocarlos en los lugares de máxima exposición solar de tu casa donde reciban aproximadamente unas 10 horas de luz al día.
En cuanto al riego, los pepinos requieren una buena cantidad de agua, por lo que se recomienda regarlos cada 2 días. Su cosecha se realiza entre 30 y 70 días después de su cultivo.
Los pepinos son una excelente fuente de fibra y vitaminas del grupo B, que mejoran el funcionamiento del sistema nervioso y mantienen la estructura y el funcionamiento de las membranas celulares.
3. Pimientos
Los pimientos no necesitan muchos cuidados para germinar correctamente, ya que tan sólo requieren una buena exposición a la luz, de al menos 6 horas diarias, y una humedad también constante. Para ello, puedes regar la tierra cada vez que veas que se va a secar pronto.
Puedes iniciar el cultivo de pimientos en los meses del final del invierno o de principios del verano, ya que los pimientos suelen crecer bien por encima de los 24ºC. Una vez plantadas las semillas, puedes recoger la cosecha de pimientos entre 12-15 semanas después.
Con los pimientos puedes hacer multitud de recetas deliciosas como lasañas, salsas, ensaladas… pero también puedes cocinarlos asados a la parrilla o rellenarlos de otros ingredientes. ¿Sabías que los pimientos son uno de los alimentos con mayor contenido en vitamina C?
4. Ajo
El ajo es un alimento con multitud de propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo. Y es que el ajo es rico en vitamina B y mejora la circulación sanguínea. También ayuda a reducir el colesterol y contribuye a desintoxicar nuestro organismo. Si no quieres que te repita y complique tus digestiones, un truco es quitarle el gérmen de su interior.
Si te has decidido por cultivar ajo en tu casa, seguro que te interesará saber que la mejor época para cultivarlo está entre los meses de octubre a noviembre y que precisa muchas horas de sol. Para plantarlos, la mejor manera es coger un diente de ajo de textura dura y sin pelar y plantarlo en la tierra (con el pico más fino mirando hacia arriba). En cuanto al agua que necesita el ajo, se recomienda realizar un riego moderado, ya que no requiere mucha cantidad de agua.
Tras su cosecha, si quieres conservarlos durante más tiempo, lo mejor es que los guardes en un lugar fresco, oscuro y que esté bien ventilado.
5. Tomates
El tomate es uno de los cultivos que menos tiempo tardan en germinar. Por ello, si lo que estás buscando es que tu huerto casero crezca rápido, los tomates no pueden faltar en él, ya que serán los primeros en los que veas resultados. Eso sí, antes de nada deberás elegir qué variedad de tomate deseas cultivar, puedes elegir entre multitud de ellos como “Raf”, “Roma”, “Cherry”…
Además, se trata de uno de los productos estrella de nuestra dieta mediterránea que se puede cultivar prácticamente en cualquier época del año. Lo único que necesita esta planta es recibir un riego prácticamente diario (con cuidado de no encharcar la planta) y garantizarle una exposición a la luz del sol de, al menos, 8 horas al día.
Una vez obtengas tu ansiada cosecha de tomates, podrás hacer con esta fruta platos como el popular gazpacho, salmorejo, ensaladas, salsas… El consumo del tomate te ayudará a recibir vitaminas A, C y K. En particular, la vitamina A es beneficiosa para proteger nuestra vista de enfermedades degenerativas.
6. Calabacines
Al igual que ocurre con otros muchos cultivos, el calabacín debe ser plantado durante las épocas más cálidas del año (de marzo a septiembre) para que pueda germinar con facilidad. Su temperatura óptima para el crecimiento está en los 20-25ºC.
En cuanto al riego, es fundamental que el sustrato donde plantemos el calabacín tenga un buen drenaje, ya que esta planta demanda mucha humedad. En este sentido, debemos regar la planta 3 veces por semana. No obstante, tampoco conviene regarla en exceso ya que puede estropearse o dejar de crecer.
Podemos consumir el calabacín en una gran cantidad de formas diferentes: a la plancha, rebozados, rellenos… Una verdura que nos aportará vitamina C, B3, provitamina A y minerales como el fósforo, potasio, calcio y magnesio.
7. Fresas
Las fresas son de esas frutas que merece la pena cultivar en nuestro propio huerto casero, ya que el sabor que obtengamos de nuestra cosecha no tendrá nada que ver con las que compramos en el supermercado. Puedes elegir entre distintas variedades como “Charlotte”, “Framberry”, “Mariguette” o la “Silvestre”, entre otras.
Si te has decidido a plantar fresas en casa, lo primero que tienes que saber es que a este tipo de fruta le gusta crecer en los ambientes cálidos y húmedos. De esta manera, requieren una exposición al sol de, al menos, 7 horas diarias y un riego de 1 o 2 veces por semana. No obstante, esta planta también tolera bastante bien la sombra y puede crecer en zonas con menos luz, pero la cosecha que obtendremos también será menor.
Las fresas también contienen una alta cantidad de vitamina C, fibra y ácido fólico, muy importante para las embarazadas.
8. Limones
Aunque se trate de un árbol frutal, los limoneros también se pueden plantar y crecen correctamente en maceteros amplios y profundos, que podremos trasplantar más adelante.
El limonero es una planta que crece en ambientes cálidos, a partir de los 15ºC, y que requiere recibir mucha luz solar (por encima de las 6 horas al día). Por ello, las temporadas más idóneas para plantarlo son precisamente la primavera y el otoño. Para que nuestro limonero crezca de manera correcta, es importante sembrarlo o colocarlo en lugares un poco resguardados donde no reciban mucha corriente de aire de manera directa, especialmente cuando se trate de aire frío.
En cuanto al limón, se trata de una fruta con un gran poder antibacteriano y que nos ayuda a eliminar toxinas. Su consumo es muy importante para el organismo, ya que refuerzan nuestro sistema inmunológico.
9. Espinacas
Las espinacas son una verdura rica en vitaminas y minerales, pues contiene hierro, vitamina A, potasio, calcio, magnesio… Esto la convierte en una excelente aliada frente a los problemas cardiovasculares y contribuye al fortalecimiento de nuestros huesos. Por si esto fuera poco, tiene muy pocas calorías gracias a su alto contenido en agua y bajos niveles de carbohidratos.
Se recomienda sembrar en espinacas durante los meses de primavera y otoño. Además, esta planta no necesita mucha luz solar, por lo que puedes colocarla en los espacios que reciban más sombra de tu huerto casero. Por último, vigila siempre que la tierra esté húmeda, ya que no conviene que la dejemos secar. Por ello, recuerda que debes regarla en cantidades pequeñas de agua, pero de manera frecuente.
Puedes cocinar las espinacas en revueltos y tortillas, incluirlas en ensaladas, hacerlas con bechamel…
10. Moras
De aspecto jugoso y color morado brillante, las moras son una delicada fruta de sabor intenso que se puede emplear en ensaladas, postres, salsas o mermeladas. Además, las moras tienen propiedades antioxidantes, que ayudan a eliminar las toxinas de nuestro organismo y retrasan el envejecimiento celular.
Al igual que ocurre con otros frutos del bosque, es importante que el sustrato donde cultivemos nuestras semillas de mora sea un poco más ácido de lo normal. Y, aunque se trate de una planta que se puede plantar prácticamente en cualquier clima, prefiere las temperaturas templadas. En cuanto al riego, las moras no necesitan una gran cantidad de agua para crecer. En este sentido, realizar un riego semanal será suficiente.
11. Guisantes
Con la entrada del invierno y el fin de los climas templados, las opciones de plantas que podemos sembrar desciende, ya que a muchas de ellas les gustan los ambientes templados. No obstante, también existen cultivos ideales para plantar en invierno y los guisantes son unos de ellos.
“Alderman”, “Vainon”, “Lincoln-ganxo”… las variedades de guisantes que podemos cultivar son múltiples, algo que podremos hacer en los meses de otoño e invierno.
Aunque no son muy amigos de las temperaturas extremas, los guisantes soportan bien el frío y el calor moderado (5ºC y 30ºC), siempre que su sustrato esté húmedo. Para ello, se recomiendan los riegos espaciados de 1 vez por semana. ¡Mucho cuidado con encharcar la planta, pues hacerlo podría parar su crecimiento!
Entre los principales beneficios de los guisantes para nuestro organismo, destaca su bajo contenido en grasas y su aporte de minerales como el calcio, hierro, sodio, zinc y potasio, entre otros.
12. Berenjenas
A pesar de que el cultivo de berenjenas es algo más exigente que el de las plantas anteriores, se puede realizar correctamente siempre que sigamos una serie de pautas.
La primera de ellas es que las berenjenas necesitan mucho sol para crecer bien, un riego abundante y regular y mucho calor, por lo que si vives en una zona en la que se produzcan muchas heladas por bajas temperaturas, este no es el mejor cultivo por el que puedes decantarte. Además, las berenjenas requieren un sustrato bastante nutritivo y una jardinera o macetero muy amplio para que sus raíces puedan crecer sin problemas.
Entre los principales beneficios de las berenjenas destacan sus pocas calorías, su alto contenido en agua y en minerales como el potasio, calcio y magnesio, entre otros. Estos minerales contribuyen a la prevención de enfermedades como la artritis y la osteoporosis.
13. Cebollas
¡Las cebollas no podían faltar en este listado! Y es que se trata de uno de los alimentos con mayor presencia en nuestra gastronomía mediterránea, pues forma parte de multitud de recetas. Prueba de ello está en que las cebollas son el tercer elemento más cultivado en todo el mundo, por detrás del tomate y la patata.
Esta hortaliza se puede plantar a lo largo de todo el año, siempre que le garanticemos una buena aportación de luz. Otra de las necesidades de esta planta es un riego diario, aunque en poca cantidad, ya que bastará con que el sustrato esté húmedo, pero no con exceso de agua para su correcto crecimiento. Pasados 6-7 meses desde su siembra, podremos recolectar nuestra cosecha y comenzar a disfrutar de unas maravillosas cebollas que podemos emplear en una gran variedad de platos.
¿Sabías que las cebollas son un alimento rico en vitamina C, oligoelementos y fitoquímicos? Estos últimos son muy importantes, ya que poseen propiedades antiinflamatorias.
14. Aguacate
Incluir aguacate en tu dieta es muy recomendable debido a sus propiedades beneficiosas, entre las que destacamos su contenido en ácido oleico y vitaminas de los grupos A, C, D, K y B.
Para plantar el aguacate tan sólo necesitarás contar con el hueso marrón y redondo que este fruto guarda en su interior. Lo primero que debemos hacer es picar 3-4 palillos en cruz en la mitad de su hueso. Posteriormente debemos colocarlo en la parte superior de un vaso lleno de agua, de manera que el hueso flote en el agua. A continuación, lo dejaremos en un lugar donde reciba mucha luz. Esperamos un mes hasta que salga la raíz del hueso y, cuando la raíz sea larga de aproximadamente 10 cm, la sacamos del agua y la trasplantamos a una maceta, donde debemos seguir cuidándola hasta que la planta crezca y se desarrolle hasta dar su fruto.
15. Acelgas
Dada su gran capacidad de resistencia a un amplio rango de temperaturas, las acelgas se pueden cultivar prácticamente en cualquier época del año, aunque lo más común es hacerlo en primavera y otoño, ya que no conviene exponerlas a temperaturas inferiores a los 5ºC.
Es muy importante que a la hora de plantar acelgas lo hagamos en un sustrato fértil y que se mantenga siempre húmedo, por lo que requieren un riego constante. De lo contrario, nuestras acelgas no crecerían o tendrían un sabor bastante amargo. Otra de las características de las acelgas es que crecen muy rápidamente, ya que se pueden empezar a recolectar a partir de los 60 días.
Además, las acelgas se pueden emplear en recetas como ensaladas, cremas, pero también puedes hacerlas con bechamel, en revueltos e incluso en zumos. Gracias a su alto contenido en betacaroteno, las acelgas son un potente antioxidante, también aumentan las defensas de nuestro organismo y protegen nuestra piel frente al envejecimiento tras exposición solar.
Ahora que sabes cómo plantar frutas, verduras y hortalizas en casa, ya lo tienes todo para comenzar con tu propio huerto y no tienes excusas para posponer más esta tarea. ¿Ya tienes claro qué es lo primero que quieres cultivar?
gracias me ayudo mucho para mis trareas y para la casa
hola buenas tardes que mas puedo cosechar en casa ahorita que estamos en tiempos frios