Has invitado a unos amigos a cenar a casa, acabáis de terminar la velada y te dispones a recoger la mesa. Tienes el fregadero hasta arriba y muy pero que muy pocas ganas de lavar los platos. La posibilidad de utilizar el lavavajillas sobrevuela tu cabeza pero, no sabes a ciencia cierta si utilizar este electrodoméstico -en lugar de lavar a mano- es el método más sostenible o con el que más ahorras en tu factura. Seguro que este escenario se te ha planteado en más de una ocasión, ¿verdad?
Si siempre has tenido dudas sobre qué método gasta más agua, si el lavavajillas o lavar a mano y cuál de ellos es más responsable con el medio ambiente, a continuación te contamos los pros y contras de cada uno.
Lavavajillas o lavar a mano
Según el último estudio del INE sobre el consumo de agua en los hogares españoles, un persona consume de media unos 136 litros de agua al día. Dentro de esta cifra estaría contabilizado el agua que consumimos al ducharnos, al poner un lavavajillas o fregar los platos, al lavarnos los dientes, al poner una lavadora o al tirar de la cisterna del inodoro, entre otros. Es muy probable que esta cifra pueda llegar a sorprenderte porque; ¿dirías que gastas 136 litros de agua al día?
Si esta cantidad de agua te resulta abrumadora, no te preocupes porque puedes incorporar a tu rutina ciertos hábitos que podrían reducir esta cifra de manera significativa. Este es el caso del eterno dilema sobre el uso o no uso del lavavajillas a la hora de limpiar nuestros platos y utensilios. ¿Lo estamos haciendo correctamente o podríamos ahorrar más cantidad de agua? ¿Tú lo tienes claro?
Por si no lo sabías, un lavavajillas consume, aproximadamente y en función del tipo de programa que se use, unos 12 litros de agua en cada lavado. Mientras que lavar a mano, puede llegar a suponer un gasto de agua de casi 10 de veces más para la limpieza de la misma cantidad de vajilla.
Pero ¿esto quiere decir que lavar los platos utilizando este electrodoméstico es más sostenible? La mayoría de los expertos coinciden en que en principio sí debe serlo, pero sólo si utilizamos el lavavajillas de la manera correcta.
No obstante, existen una serie de recomendaciones que nos harán reducir el consumo de agua utilicemos el método de lavado que utilicemos y que son las siguientes:
Si lavas con lavavajillas
En caso de que te decantes por el lavavajillas a la hora de limpiar tus platos y vasos, es importante que sigas las siguientes sugerencias para hacerlo de manera responsable con el medio ambiente y también con tu bolsillo:
1. Compra electrodomésticos energéticamente eficientes
Una de las maneras más sencillas que tenemos las personas para reducir las emisiones de CO2 está en la utilización de electrodomésticos energéticamente eficientes, como los de las categorías A++ y A+, que en marzo de 2021 pasarán a ser A y B.
¿Sabes leer la etiqueta energética de los electrodomésticos?
Aunque este tipo de electrodomésticos suelen ser más caros inicialmente, a la larga consumirán menos energía, lo que se traducirá en una reducción de ahorro energético y en una disminución de los costes en nuestra factura de la electricidad.
2. Pon en marcha el lavavajillas sólo cuando esté lleno
No es eficiente poner el lavavajillas a media carga, cuando todavía queda espacio por ocupar. Es mejor que esperes a reunir suficiente vajilla sucia, hasta llenarlo por completo. Eso sí, sin que los platos y otros utensilios queden muy pegados entre sí. De esta manera también evitarás el despilfarro de agua y energía.
3. Selecciona el programa de lavado adecuado
Adecúa el programa de lavado al estado de suciedad de la vajilla que vayas a limpiar en ese momento.
Si es posible, utiliza el programa ECO que, aunque suela tener una duración superior, es más eficiente y nos ayudará a ahorrar agua y energía.
4. Evita el enjuagado previo en el fregadero
Al enjuagar los platos, vasos y cubiertos en el fregadero antes de introducirlos en el lavavajillas, estaremos realizando un doble consumo de agua. Para retirar los restos de comida o suciedad de tu vajilla antes de introducirla en el lavaplatos, opta por hacerlo con alguna espátula, cubierto o con la propia mano.
5. Cuida tus electrodomésticos
Para que tus electrodomésticos tengan una mayor vida útil, es conveniente que inviertas tiempo en su mantenimiento: limpieza y cuidado de los filtros, introducir solo los utensilios aptos, decantarse por pastillas y jabones de calidad…
Además, ten en cuenta que la fabricación de los electrodomésticos y su transporte también conlleva gasto energético. Por ello, debemos procurar que el lavavajillas nos dure el mayor número de años posible.
Si lavas a mano
Sin embargo, si eres de los que tiene poca vajilla para permitirse utilizar el lavaplatos a diario o, por el contrario, no dispones de este electrodoméstico en tu hogar, también te vendrán bien estos consejos para hacerlo optimizando al máximo los recursos y evitar gastar más dinero. Ya verás que tanto el medio ambiente como tu cartera te lo agradecerán:
1. Cierra el grifo para enjabonar
La mayor parte del gasto de agua que conlleva lavar los platos a mano proviene de pequeñas acciones de las que no nos damos cuenta pero que, a la larga, acaban suponiendo un gran desperdicio de agua.
Por eso, al igual que es recomendable cortar el agua del grifo cuando nos enjabonamos en la ducha, también debemos de practicar este hábito cuando lavamos la vajilla. De hecho, hay muchas personas que friegan los platos utilizando dos barreños: uno para lavar y otro para aclarar.
2. Regula la presión del agua
Ajustando la presión del grifo a un nivel intermedio, ideal para fregar los platos sin salpicar y sin que salga un chorro de agua demasiado abundante, evitarás derrochar una cantidad de agua innecesaria. Simplemente con el hábito de regular la llave del grifo al fregar, lograrás ahorrar diariamente bastante agua.
3. Utiliza agua templada
El gasto energético de lavar con agua templada es significativamente inferior que si lo hacemos con agua caliente. Está claro que fregar con agua fría no es el método más efectivo, sobre todo en los casos donde hay bastante grasa pegada en nuestros utensilios, ya que nos costará más sacarla si utilizamos agua fría. Pero, si utilizamos agua templada, obtendremos los mismos resultados y, además, gastaremos menos energía.
4. Deja en remojo los utensilios más sucios
En aquellos casos donde tengamos utensilios con restos secos difíciles de quitar, como pueden ser las fuentes del horno o las ollas, resulta muy efectivo dejarlas en remojo unos minutos con agua caliente y detergente. Así, estos restos se reblandecerán y será más fácil sacarlos.
Seguro que con estas tips ya te ha quedado más claro qué método de lavado es más ecológico si el lavavajillas o lavar a mano. No obstante, ya sabes que elijas el procedimiento que elijas siempre puedes hacerlo de manera más sostenible poniendo en práctica los consejos que te hemos mencionado en este artículo.