El consumo sostenible es una forma de consumo de bienes o servicios teniendo en cuenta su impacto sobre otros factores como el medio ambiente o la sociedad. Esta actitud responsable está basada en consumir únicamente lo necesario y que este consumo sea lo más sostenible y justo posible. Si te interesa este contenido sigue leyendo, porque a continuación te explicaremos en mayor profundidad en qué consiste este hábito de vida y qué cosas puedes hacer para acercarte más a este modelo de consumo. ¿Estás preparado?
¿Qué es el consumo sostenible?
Como decíamos en líneas anteriores, el consumo sostenible representa una forma de consumo a través de la cual se pretende fomentar el cuidado del planeta por medio de un comportamiento solidario, tanto con el medio ambiente como con las personas de nuestra sociedad. Ya sabes que los recursos naturales son limitados y por ello, debemos buscar formas alternativas que nos permitan satisfacer nuestras propias necesidades sin restarle recursos a las generaciones futuras.
Aunque erróneamente muchas personas piensan que el consumo sostenible solo está relacionado con el sector de la alimentación, esta práctica se extiende a muchos más ámbitos y sectores de nuestra vida diaria como por ejemplo el sector energético, transportes, industria, etc. En este sentido, reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, huir del consumo de energías que no sean 100% verdes, evitar el desperdicio alimentario, prescindir del uso y la compra de envases de plástico o alargar la vida útil de los productos que adquirimos son tan sólo algunos ejemplos de acciones que contribuyen a acercarnos a un futuro cada vez más responsable.
¿Qué puedes hacer tú para fomentar este consumo sostenible y responsable?
Lo que te hemos comentado en líneas anteriores son unas pautas generales, pero si quieres conocer de manera ejemplificada qué pequeños hábitos puedes adoptar en tu día a día para convertirte en un consumidor sostenible, a continuación te proponemos algunos:
1. Fíjate en el origen de la energía que consumes
¿Sabes de dónde procede la energía que consumes en tu casa? En el sector eléctrico español existen distintos tipos de productores que generan energía eléctrica bien a través de energías renovables o no renovables (como por ejemplo el carbón). Como sabes, esta última es altamente contaminante para el planeta y por ello debemos buscar alternativas energéticas más sostenibles.
Si quieres asegurarte de que la energía de tu hogar es 100% renovable, puedes fijarte en empresas como Holaluz que ofrecen energía 100% verde a toda su red de clientes. Y es que desde Holaluz garantizan que la totalidad de energía que sirven a sus clientes es vertida a la red eléctrica por productores 100% renovables. Además, te interesará saber que se trata de la primera compañía eléctrica europea con Certificado BCorp (por maximizar su impacto positivo en las personas y el medioambiente) y que tampoco dependen de otra compañía más grande, sino que son totalmente independientes. De hecho, Holaluz nació para dar respuesta a la necesidad de articular una alternativa renovable, transparente y transformadora en el mercado eléctrico.
Por si esto fuera poco, a través de esta compañía también podrás personalizar tu tarifa de luz, pagando un precio justo por únicamente aquella cantidad de energía que consumas.
Por último, si tienes la posibilidad de producir energía solar, en Holaluz te ofrecen la opción de instalar placas solares -sin que pongas un euro de tu bolsillo- en tu casa o en el tejado de tu edificio para que puedas producir energía verde para ti y para el planeta. Puedes consultar todas estas posibilidades en su web y unirte a la Revolución de los tejados.
2. Consulta las etiquetas de los productos antes de comprarlos
El etiquetado de los productos es una herramienta que te ayudará a saber aspectos que, a priori no conoces, sobre los productos que estás metiendo en tu cesta de la compra.
Así, existen sellos ecológicos que te indican que el impacto medioambiental que se ha seguido para producir ese producto ha sido mínimo. Algunos de ellos son los siguientes:
- AENOR: certifica la implementación de una gestión ambiental eficaz y comprometida con el entorno.
- Eco-Label: certifica productos y servicios de calidad, más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.
- FSC: indica una gestión forestal ambientalmente responsable, socialmente beneficiosa y económicamente viable en los bosques.
- Agricultura Ecológica en España: Sello propio español que indica productos de origen ecológico.
- Logo ecológico de la Unión Europea: a través de él se pueden identificar productos certificados como ecológicos de la Unión Europea.
Por otro lado, siempre que puedas compra productos locales ya que a través de estas compras, además de contribuir al desarrollo de la economía local, se reducen significativamente las emisiones de gases contaminantes derivados de su menor distancia de transporte.
3. Reduce, reutiliza y recicla
Se tratan de acciones diferentes y a la vez complementarias. Por eso, aunque a simple vista pueda parecer que estos tres conceptos son similares, se refieren a cosas diferentes:
- Reducir: significa comprar solo aquellos productos que realmente se necesitan, reduciendo el consumo y, por tanto, el impacto que genera tanto su uso como su fabricación en el medio ambiente. Siempre que sea posible tenemos que priorizar este hábito.
- Reutilizar: cuando hablamos de reutilizar nos referimos a ampliar la vida útil o darle una segunda vida a aquellos productos que todavía se pueden seguir empleando para otros usos. Así, evitamos el gasto energético que supone la fabricación de un nuevo producto.
- Reciclar: consiste en un procedimiento a través del que un material ya utilizado se transforma para dar lugar a otro producto nuevo. Es decir, se le da un nuevo uso a la materia prima.
4. Evita tirar comida
Según datos de la FAO (Food and Agriculture Organization) en Europa un 12% de los alimentos se pierde o se desperdicia en la etapa de manipulación y almacenamiento previa a la transformación, un 5% en la etapa de procesamiento y un 9% en la etapa de distribución y comercialización.
Como ves se trata de un dato alto, que debemos evitar aumentar con el desperdicio de alimentos en nuestro hogar. Un truco que puedes utilizar para saber qué productos están próximos a caducar en tu nevera, es pegar una nota en la puerta del frigorífico con aquellos alimentos que tienes que consumir preferentemente en los próximos días para evitar que tengas que tirarlos. ¿Qué te parece esta idea?
5. Utiliza transporte verde o colectivo
Una de las maneras más efectivas que tienes de reducir tu huella de carbono consiste en hacer uso de formas de movilidad menos contaminantes. En este sentido, fomentar una movilidad a través de la bicicleta o el transporte público son una opción mucho más sostenible que utilizar el coche. En caso de que te veas obligado a utilizar el coche para realizar alguna de tus actividades cotidianas, como por ejemplo ir a trabajar, puedes compartir vehículo con el resto de tus compañeros. Así usaréis un automóvil para varias personas, en lugar de un automóvil para cada uno de vosotros.
Además, conduce de manera eficiente evitando los cambios bruscos de velocidad y cargas del coche que sean prescindibles.
También te recomendamos que, siempre que puedas, desplázate andando que, además de ser una actitud verde con el planeta también es un hábito de vida saludable.
Y aquí terminan nuestras recomendaciones para fomentar la práctica del consumo sostenible y responsable. ¿Qué te han parecido estas ideas? ¿Realizas ya alguna de ellas?