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Estropajos naturales y ecológicos que podemos usar para fregar los platos

Dentro de nuestra particular cruzada contra la contaminación originada por los desechos plásticos y los microplásticos, hoy queremos prestar atención a un objeto doméstico al que seguramente no estemos prestando toda la atención que se merece: el estropajo. Este utensilio de limpieza suele ser un habitual en la práctica totalidad de las cocinas y en la mayoría de los casos está elaborado a partir de compuestos sintéticos de plástico, como poliésteres o poliamidas. La problemática que plantean estos estropajos convencionales desde el punto de vista de la sostenibilidad es doble: por un lado, al utilizarlos diariamente van deteriorándose y soltando microfibras de plástico que van a parar al desagüe, y de allí, a los ríos, mares y océanos; por otro lado, los estropajos están en contacto directo y constante con la suciedad, por lo que es necesario renovarlos periódicamente, con la consiguiente generación de residuos plásticos altamente contaminantes. 

Pero los problemas que pueden acarrearnos los estropajos que empleamos habitualmente para lavar los platos y otros útiles de cocina no terminan en el ámbito ecológico. Y es que los estropajos son una fuente de bacterias y gérmenes como no hay ninguna otra en el hogar, por lo que son un foco potencial de infecciones y enfermedades. Así lo recogieron en un estudio de 2017 científicos del Instituto de Microbiología Aplicada de la Universidad de Giessen, del Grupo de Microbiología e Higiene de la Universidad de Furtwangen, del Centro Helmholtz Múnich y del Centro de Investigación Alemán para la Salud Medioambiental de Neuherberg: el estropajo es el objeto con mayor población de bacterias y microorganismos de toda la casa, muy por delante del resto, aperos de limpieza del baño incluidos. 

Por todo esto, hoy queremos dedicar un poco de atención a los estropajos que usamos en casa para la limpieza de la loza. Veremos qué estropajos ecológicos y naturales podemos utilizar como alternativa a los contaminantes estropajos de plástico y cuáles son sus principales ventajas. Por último, propondremos una serie de consejos y recomendaciones que nos serán de gran utilidad para mantener nuestros estropajos siempre limpios y desinfectados

Estropajos naturales y ecológicos y otras alternativas a los estropajos de plástico

Afortunadamente, cada vez hay más alternativas al plástico prácticamente en todos los ámbitos de nuestras actividades diarias. La limpieza en la cocina no es una excepción. Vamos a ver algunas alternativas naturales y ecológicas que nos pueden ser de utilidad para reemplazar los estropajos convencionales de plástico. En función de las características propias de los materiales y composición de cada uno de estos estropajos, podremos utilizarlos para unas u otras tareas, por lo que podemos tener varios de ellos en casa y usarlos a nuestra conveniencia. 

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Estropajo de luffa

Los estropajos de luffa son la mejor alternativa para desechar de una vez por todas a los estropajos de plástico. La luffa es una planta que proviene del sudeste de Asia que pertenece a la familia vegetal de las cucurbitáceas, al igual que otras plantas con frutos comestibles como las calabazas, los melones, las sandías, los pepinos o los calabacines. Pero además de para comer, la luffa suele usarse habitualmente como esponja o estropajo vegetal, algo que llevan haciendo durante años en países tan dispares como México, Cuba o Vietnam, pero que cada vez es también más común en Europa y el resto de Occidente. Y es que la fibrosa estructura interior del fruto seco de la luffa funciona perfectamente a modo de estropajo, por lo que podemos utilizarlo para lavar los platos y cubiertos de manera regular. Además, al ser una parte de una planta, se trata de un producto 100 % natural, ecológico y biodegradable, por lo que podremos desecharlo junto con la basura orgánica sin mayor problema para el medio ambiente. Esto es algo especialmente importante, ya que renovar nuestro estropajo regularmente es la mejor forma de impedir que acumule bacterias y gérmenes. El estropajo de luffa es nuestra primera opción para utilizar como estropajo estándar.  

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Estropajo de esparto

El de esparto es también un estropajo natural elaborado a partir de fibras secas de la hierba del esparto, así como de otras plantas de características similares de la familia de las gramíneas. La principal ventaja de este tipo de estropajos es que las fibras son duras y , por lo que es una opción ideal para lavar los utensilios más sucios o para frotar las sartenes y cazuelas más quemadas y difíciles de fregar. El esparto presenta la contrapartida de que absorbe poco el agua, por lo que quizá no resulte ideal como primera opción para sustituir al estropajo convencional. Por otro lado, el estropajo de esparto resulta resistente, por lo que no hace falta renovarlo tan a menudo, y al no absorber la humedad, dificulta la proliferación de bacterias, la putrefacción y la aparición de malos olores. El estropajo de esparto es así, una muy buena opción para los trabajos de limpieza más duros. 

Estropajo de bambú

Al igual que en las opciones anteriores, los estropajos de bambú están hechos de fibras naturales de origen vegetal, por lo que representan una opción fácil de desechar junto a los restos orgánicos y su uso es sostenible para el medio ambiente. La principal ventaja de los estropajos de bambú es que las fibras de esta planta tienen ciertas propiedades antibacterianas, por lo que dificulta la acumulación de gérmenes y la presencia de malos olores. Por la propia composición de las fibras de bambú, resulta ideal para limpiar restos de grasa o de aceite, ya que la planta repele este tipo de residuos. 

Estropajo de fibras de coco

Otro estropajo elaborado a partir de fibras de origen vegetal es el estropajo de fibras de coco. Similar a los anteriores, es también natural, ecológico y sostenible, por lo que puede ser desechado como basura orgánica y renovarse regularmente. Podemos encontrarlo en forma de un ramillete de fibras de coco recogidas mediante un alambre metálico o en versión cepillo. Este tipo de estropajos resulta duradero y permite frotar generosamente los utensilios de cocina sin producir rayones. 

Estropajos y cepillos de fibras vegetales

Además de los estropajos de luffa, esparto, bambú o fibras de coco, también podemos encontrar otro tipo de estropajos elaborados a partir de fibras vegetales o cepillos que incorporan cerdas de origen vegetal. Algunos de estos utensilios de limpieza incorporan mangos de madera y materiales de origen natural como fibras de agave, de sisal, de arenga, etc. Cualquiera de estas opciones puede resultarnos perfecta si se ajusta a nuestras necesidades de limpieza y siempre que comprobemos antes el origen natural y sostenible de los materiales empleados para su fabricación. Además, muchos de estos materiales no solo son biodegradables, sino también compostables.

Leer más: ¿Qué es compostable y cómo se diferencia de biodegradable?

Estropajo de cobre

Para los trabajos más duros, las ollas y sartenes más quemadas y los restos más difíciles de eliminar, una buena alternativa puede ser un estropajo de cobre. Se trata de un material más blando que el que suele emplearse en la fabricación de la mayoría de ollas, cazuelas, sartenes y del resto de útiles de cocina, por lo que puede emplearse para limpiarlos sin peligro de que resulten rayados. El cobre es un metal presente de forma natural en la naturaleza y además es un metal noble. Esto quiere decir que se comporta como un elemento químicamente inerte, mostrando una reactividad nula o muy baja al entrar en contacto con otros compuestos. Así, su desecho no resulta especialmente contaminante. Con todo, en ciertas concentraciones un exceso de cobre sí puede resultar negativo para microorganismos, animales y plantas, por lo que lo mejor es que lo reciclemos adecuadamente en el momento en el que nuestro estropajo ya no de más de sí. Algo que sucederá cada mucho tiempo, ya que los estropajos de cobre son muy duraderos y normalmente no le daremos un uso intensivo en el contexto del hogar. 

Estropajo de silicona

Los estropajos de silicona son otra alternativa mejor que los estropajos de plástico convencionales. Además de los estropajos, podemos encontrar esponjas, cepillos y otro tipo de utensilios pensados para la limpieza de nuestra vajilla y nuestros cacharros de cocina elaborados con este material. Aunque la silicona no es realmente biodegradable, sí que es verdad que es un material inerte, por lo que liberada en el medio natural no resulta contaminante o perjudicial para la salud de los seres vivos. Por otro lado, los productos de silicona de calidad suelen resultar más duraderos que los de plástico. Así, aunque no es la mejor de las opciones desde el punto de vista de la sostenibilidad, un estropajo de silicona puede ser una opción algo mejor que la del estropajo de plástico más habitual. 

Tips para mantener nuestros estropajos limpios y sin bacterias

Como adelantamos más arriba, los estropajos son el objeto de la casa donde más bacterias y microorganismos se acumulan, convirtiéndose en auténticos focos de infección en potencia. Por ello, más allá de la opción de estropajo ecológico por la que nos decantemos, debemos conocer algunos consejos o tips para mantenerlo siempre limpio y libre de bacterias. Algo que hacemos mal en el 90 % de los casos, según este estudio de la OCU. ¿Cómo podemos mantener limpio nuestro estropajo? Tras revisar tanto el estudio de la OCU como el de los investigadores alemanes publicado en la revista Nature, podemos extraer las siguientes tips para eliminar adecuadamente las bacterias de nuestros estropajos. 

  • Lávalos y enjuágalos siempre después de cada uso, eliminando los restos de comida y de grasa que puedan haberse quedado adheridos a los estropajos. 
  • Déjalos secar bien antes de guardarlos. La humedad ayuda a que aparezcan microorganismos y malos olores.
  • No los limpies en el lavavajillas, esto no solo no sirve para matar a las bacterias, sino que favorece su proliferación.
  • No los metas en el microondas, ni en la lavadora, ni los hiervas, esto solo elimina alrededor del 60 % de las bacterias de los estropajos.
  • Desinfecta los estropajos al menos una vez a la semana, sumergiéndolos durante unos 10 minutos en una disolución de lejía en agua al 5 %. Déjalos secar bien antes de volver a usarlos. Con esta desinfección semanal y los hábitos de limpieza recomendados tras el uso diario, conseguiremos eliminar el 100 % de las bacterias y microorganismos. 

Renueva tus estropajos regularmente. El estudio de la Universidad de Furtwangen señalaba que la frecuencia ideal de recambio de los estropajos, atendiendo únicamente la acumulación de bacterias, debería ser de una vez a la semana. Obviamente, este ritmo de recambio no es viable para la mayoría de la gente, ni sostenible para el medio ambiente. Por ello, resulta más recomendable recurrir a la desinfección semanal y renovar el estropajo cuando ya no nos sirva. Sobre todo si notamos cambios de color o la presencia de olores, posibles indicativos de actividad bacteriana. Según la OCU, la mayoría lo hacemos cada 2 meses, razón de más para decantarnos por un estropajo sostenible y, a poder ser, también natural y ecológico.

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