En Estado Crudo
Hoy, 3 de julio, es el Día Internacional Sin Bolsas de Plástico. Se trata de una iniciativa global con el fin de concienciar a la gente sobre el rechazo y la eliminación de las bolsas de plástico. Sin embargo, ¿es una acción suficiente para proteger el planeta? La respuesta es evidente. No solo hay que limitar el uso de bolsas de plástico sino todos los envases y productos de un solo uso de este material, como botellas de agua, envases de champú y gel, envases y envoltorios plásticos de alimentos, cubiertos desechables, cepillos de dientes, pajitas, bastoncillos de algodón, y mucho más. Por ello, habría que crear un “Día Internacional Sin Plásticos de Un Solo Uso” para que todo el mundo sienta la urgencia y gravedad de esta crisis del siglo XXI.
Sin embargo, el mal no es el plástico, de hecho, este material ha hecho posible el avance tecnológico en muchos campos. Por ejemplo, en el sector médico, los biomateriales son los que hacen que innove la medicina regenerativa; en aeronáutica, la mezcla de plástico y fibra hace que los aviones sean más resistentes. El problema de esta crisis es que hemos hecho mal uso de este material. Por ejemplo, en Europa, se dedica casi un 40 % de la producción de plástico a fabricar envases de usar y tirar. Y luego, la gran mayoría de estos envases no terminan en una planta de reciclaje sino en el vertedero o en el océano.
Para mucha gente, la cosa parece ajena o la contaminación es inexistente simplemente por el hecho de que no ve las toneladas de basura que están tiradas en los rincones de la planeta. “Ojos que no ven, corazón que no siente.” Y si extraemos todos los residuos y cubrimos las ciudades con ellos, ¿será suficiente prueba para que empecemos a actuar?
¿De donde viene el plástico?
Los plásticos se fabrican a partir de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural). Se estima que para obtener este material, se utiliza alrededor del 6 % de todo el petróleo que se extrae cada año.
¿En qué se usa el plástico?
Como hemos mencionado anteriormente, en Europa, el 40 % del plástico se usa para envases. Otros 20 % se aplican en la construcción, un 10 % en automoción, otro 6 % en aparatos electrónicos y electrodomésticos, y un 4% en el hogar, el ocio y deporte.
¿Qué países producen más plástico?
Se prevé que en 2020, la producción mundial de plástico va a superar los 500 millones de toneladas anuales. Actualmente casi la mitad de esta producción viene de Asia, donde China lidera el puesto mundial con un 29 % de la cuota (dato 2016). Le siguen Europa (19 %) y América del Norte (18 %).
¿A dónde va el plástico al acabar su vida útil?
El plástico tiene una vida útil de entre menos de 1 año y algo más de 50 años. En Europa, en el caso de que hayan sido recogidos como residuos, sólo el 31 % se recicla de verdad contando tanto los que se reciclan en Europa como los que se exportan para su reciclaje. El otro 27 % termina en el vertedero y un 41 % se quema para producir energía. En España, el porcentaje de este residuo que termina en los vertederos es mucho mayor, situándose en un 46 %, aunque el porcentaje de reciclaje también es más alto, llegando a un 36 %.
¿Cuánta basura de plástico hay en el mar?
Se tiran al año unos 8 millones de toneladas de residuos plásticos al mar. Según un estudio “La nueva economía de los plásticos”, en 2050, va a haber una tonelada de plástico en el mar por cada tres toneladas de peces.
¿Por qué no se recicla todo el plástico?
Porque existen 7 tipos de plástico y como mínimo, tres de ellos son muy difíciles de reciclar. Por ejemplo, los PVC que se usan para automoción, tuberías y juguetes son imposibles de reutilizar.
¿Cuántos años tardan en descomponerse?
Una bolsa de plástico tarda 150 años en descomponerse mientras que una botella de agua puede tardar más de mil años en desaparecer. Y los envases de tetra brik necesita 30 años para degradarse.
¿Y los microplásticos?
Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico de tamaño igual o inferior a 5 mm. Por un lado, provienen de degradación de objetos hechos de plástico. En este grupo también se cuenta la cantidad de micro partículas que suelta nuestra ropa en cada lavado. Y por el otro, vienen directamente de los productos de higiene como el champú, el gel, el jabón, el detergente, la pasta de dientes, cremas faciales, productos de maquillaje, etc. Estos microplásticos están en el mar, en el agua del grifo, en la tierra de cultivo, en el aire y en los alimentos. Un estudio reciente de La Universidad de Newcastle demuestra que una persona podría ingerir unos 5 gramos de plástico cada semana.
¿Cómo afectan a los animales?
Ya no solo hablamos por ejemplo, de animales atrapados en redes de pesca sino aves, peces, focas, ballenas, delfines y tortugas que mueren por haber digerido plástico confundiéndolo con comida.
¿Qué consecuencia tiene esta contaminación para la salud humana?
Hay investigaciones diversas pero no hay estudios suficientes de los que se pueden sacar conclusiones definitivas. Lo que sí se sabe es que los objetos de plástico que usamos cada día no solo son de plástico sino que se han añadido más de 3000 sustancias químicas para mejorar su flexibilidad, transparencia y durabilidad. Y de estos aditivos añadidos, muchos son de alto riesgo para la salud del ser humano.
¿Qué medidas han tomado los gobiernos?
En España, en 2018, el gobierno tomó la primera medida contra el uso de bolsas de plástico imponiendo un cobro de las bolsas. Sin embargo, esta medida es totalmente insuficiente para luchar contra la contaminación de plástico. La buena noticia es que en marzo de este año, la Unión Europea acaba de aprobar un acuerdo que consiste en prohibir el uso de los plásticos de un solo uso a partir de 2021. También exigirá a todos los estados miembro recuperar el 90% de las botellas de plástico en 2029, y que el 30% del plástico de las botellas tenga que ser reciclado en 2030.
Sin embargo, ¿serán estas medidas demasiado tardías?
