Como dice un conocido refrán de origen galés: “An apple a day keeps the doctor away”. Lo que vendría a significar en español que una manzana al día nos mantiene alejados del médico. Y es que las manzanas no solo son una fruta especialmente valorada por su sabor, sino que también representan uno de los alimentos de origen vegetal con mayor cantidad de propiedades beneficiosas para la salud de todos los que podemos llevar a nuestra mesa.
Entre la lista de propiedades nutricionales y compuestos saludables de las manzanas destacan su alto contenido en flavonoides y polifenoles, principales responsables del gran poder antioxidante de esta fruta. Pero también son un alimento muy rico en vitaminas del grupo B (B1, B2, B5 y B6), vitamina C, vitamina E, fósforo, calcio, potasio y un largo etcétera.
En España tenemos la suerte de poder disfrutar de las manzanas y de todas sus propiedades nutritivas durante la mayor parte del año, si bien su temporada de recolección y consumo preferente va desde el mes de septiembre hasta marzo. El problema surge a la hora de conservar las manzanas en casa, ya que esta fruta es especialmente delicada y se caracteriza por su rápida oxidación y por la fragilidad de su piel. Así, las manzanas se dañan fácilmente si no se manipulan con cuidado y en seguida pueden mostrar manchas oscuras o rasguños que nos indican que la fruta ha sufrido algún tipo de golpe, y que acortan su tiempo máximo para el consumo.
Por ello, hoy queremos hablar sobre cómo conservar las manzanas frescas para que duren más tiempo. Una información que nos será muy útil para poder disfrutar de todas las propiedades de esta fruta en cualquier momento y que nos ayudará también a combatir el desperdicio de alimentos.
A la hora de conservar las manzanas frescas y enteras en casa durante más tiempo contamos con dos opciones: conservarlas a temperatura ambiente o conservarlas en el frigorífico. En función del mayor o menor tiempo que pensemos que va a pasar hasta que consumamos las manzanas, podremos decantarnos por una u otra solución de conservación. Veamos cada una de estas opciones en detalle.
Las manzanas pueden mantenerse a temperatura ambiente entre 5 y 7 días sin problemas. Siempre que estén enteras, ya que una vez cortadas, las manzanas se oxidan rápidamente. Una opción perfecta para cuando compramos o recolectamos unas cuantas manzanas para su consumo más o menos inmediato.
Algunos consejos para conservar las manzanas frescas fuera de la nevera:
Si las conservamos bien, las manzanas enteras pueden mantenerse frescas por un período de hasta dos meses dentro de la nevera. El frío ayudará a ralentizar los procesos biológicos de degradación de la fruta y con ello podremos alargar la vida de consumo de nuestras manzanas, manteniendo prácticamente intactos su sabor, su aroma y su textura.
Algunas claves a tener en cuenta para conservar adecuadamente las manzanas en el refrigerador por más tiempo:
Como vemos, siguiendo estos sencillos consejos podremos conservar nuestras manzanas frescas en casa en perfectas condiciones. Hasta una semana fuera de la nevera y hasta dos meses si recurrimos al frigorífico. Cualquier opción es buena para poder disfrutar de esta fruta tan rica y saludable durante más tiempo. Y para combatir, de paso, esa lacra que es el despilfarro de alimentos.
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