¿Kombucha? Sí señores, Kombucha. La palabra es extraña y tal vez poco conocida para algunos. Sin embargo cada vez está tomando más relevancia debido a los beneficios que se le atribuyen a su circulación en el mercado tradicional. El problema es su precio elevado, que suele rondar los 3 y 4 euros los 500ml.
La Kombucha es una bebida fermentada elaborada a partir de té. Tiene una gran cantidad de beneficios ya que es un probiótico, y las propiedades por las que destaca es por la vitamina B y el ácido glucurónico que ayuda en los procesos naturales.
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Aquí vamos a aprender cómo elaborar la Kombucha y enfrentarnos al SCOBY, su ingrediente principal.
Los ingredientes que necesitas
Para elaborar alrededor de 4 litros necesitamos:
- 8 bolsitas de té (sin sabor) o 5 cucharadas de té suelto
- 200 g de azúcar de caña pura o azúcar blanca
- 1 SCOBY
- 480 ml de líquido de arranque
- 3,50 litros de agua filtrada (preferiblemente sin cloro, cloraminas ni flúor)
- Tarro de vidrio de 4 litros
- Tela transpirable
- Banda de goma
- Cuchara de madera para remover
La mezcla debe respetar las siguientes proporciones:
Té : Azúcar : Agua = 0,1 a 0,4 :5 :100
Azúcar
Aunque parezca que lleva grandes cantidades de azúcar, cuando el té comienza a fermentar el SCOBY transforma la mayoría del azúcar en vitaminas y antioxidantes.
SCOBY
El SCOBY significa Cultivos Simbióticos de Bacterias y levadura.
Tiene un aspecto extraño, al tacto recuerda a la goma y es resbaladizo. Pero sin él, no obtendremos la kombucha, por eso, también recibe el nombre de “madre kombucha” o “hongo kombucha”.
Formas para obtenerlo:
- Comprándolo. Hay diferentes tiendas o web online que te dan la posibilidad de obtener uno.
- Hacerlo. Para crear un SCOBY tendrás que utilizar una kombucha prefabricada sin ningún sabor ni aroma. Tienes que coger esa kombucha y mantenerla encerrada en algún lugar donde no le dé el sol entre 2 y 4 semanas, y que mantenga una temperatura de entre 25 y 30 grados.
Líquido de arranque
Es el líquido que viene con el SCOBY. Cuando hagas la primera kombucha tienes que guardar un poco del líquido sin aromatizar para usarlo como líquido de arranque en la segunda remesa de kombucha.
Té
- Negro. La variedad más nutritiva del SCOBY. Suele atribuir sabores fuertes a manzana que evocan aromas a sidra, a tierra, a madera o un sabor ahumado.
- Verde. Este tipo ofrece la mayoría de nutrientes que se necesitan para la fermentación, pero es mejor añadir un poco de té negro. Da un sabor más suave que el anterior.
- Blanco. Es necesario mezclarlo con té negro o té verde para que estén los nutrientes necesarios. El sabor resultante es suave y floral.
- Rojo. Hay que mezclarlo con un 25% de té negro para que sea correcta la fermentación.
Preparación de la kombucha
Una vez que tengas todos los ingredientes listos el proceso que hay que seguir es el siguiente:
- Lo primero es hervir el agua. Añadir el té y esperar de 5 a 10 minutos. Retirar las bolsas de té y añadir el azúcar hasta que se disuelva.
- Transferir el líquido al recipiente de vidrio y llenar casi hasta arriba. Después esperaremos a que se enfríe y alcance la temperatura ambiente.
- Introducimos el SCOBY y añadimos el líquido de arranque. El SCOBY acabará colocándose en la parte de arriba.
- Cubrir el recipiente con el trapo transpirable y asegurarlo con una banda de goma.
Nota: a lo largo de todo el proceso es necesario mantener un entorno de higiene estricto lavándose bien las manos y los utensilios que vas a utilizar para la fermentación. Nunca hay que tocar el SCOBY con las manos sucias.
¿Y ahora?
Ahora toca esperar, pero para que obtengamos buenos resultados de nuestra Kombucha tenemos que colocarla en el lugar adecuado. Tenemos que buscar un lugar en casa donde la temperatura sea de entre 21° C y 26° C; cuando encontremos el lugar donde colocarla no podemos moverla.
Conforme pasan los días el SCOBY irá creciendo, aparecen en la parte de arriba unas burbujas y colgarán hebras de levadura.
Después hay que esperar entre 5 y 10 días para que fermente el té, pero a partir de los 5 días ya puedes comenzar a probar la mezcla* y buscar el sabor deseado; el sabor típico de la Kombucha es entre dulce y amargo, hay personas que lo comprueban por el pH que tiene que estar entre 2.5 y 4.
Una vez que la kombucha tiene el sabor deseado, procederemos a introducirla en botellas con un poco de agua, para suavizar más el sabor, y después la conservamos en el frigorífico para futuros consumos. También podemos dejar en el recipiente, donde hemos realizado la elaboración, un poco de líquido con el SCOBY para volver a efectuar la mezcla.
El sabor se puede personalizar, para ello, podemos echar en las botellas con la mezcla zumo de frutas o algún endulzante según el gusto de cada uno. Por ejemplo, añadir zumo de limón, jengibre y miel.
*Nota: para probar la kombucha hay que introducir una pajita hasta el fondo del recipiente.
Consejos:
El mejor té para hacer kombucha es el té negro.
Evitar que la mezcla entre en contacto prolongado con utensilios de metal.
Si aparece moho en el SCOBY hay que tirar toda la mezcla, pero si solo aparece en el líquido podrás volver a utilizar ese SCOBY.
Hay que quitarle la primera capa al SCOBY cuando adquiere un color marrón.