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Las cáscaras de huevo tienen más usos de los que puedes imaginar

Los huevos son la respuesta biológica y evolutiva que las aves, los peces, los anfibios, los reptiles e incluso algunos otros tipos de animales —como algunos mamíferos— han desarrollado como parte de su proceso reproductivo para poder gestar a su descendencia fuera del cuerpo de las madres. Estos huevos son sistemas de soporte cargados de nutrientes, principalmente proteínas y lípidos, que permiten el correcto crecimiento y desarrollo de los óvulos fecundados de estos animales. Y además, les ofrecen una importantísima función protectora frente a agentes externos. 

Los huevos que nos son más familiares son los de la gallina (Gallus gallus domesticus), ya que constituyen uno de los alimentos humanos de uso más extendido en casi todo el mundo. Estos se componen de tres partes fundamentales: la yema, la clara y la cáscara. 

Más allá del gran aporte nutricional de las partes interiores del huevo, hoy queremos centrarnos en esa parte exterior que ofrece protección y encapsula a las otras dos: la cáscara de huevo. Un recubrimiento que supone entre un 10 % y un 15 % del peso total de los huevos y que es, en su mayor parte, carbonato de calcio. Un compuesto que supone hasta el 94 % de la masa total de un huevo de gallina.

En un ejercicio creativo de inspiración a la reutilización y al reciclaje, hoy vamos a ver qué usos podemos darle a estas cáscaras de huevo de cara a aprovechar toda la riqueza de este compuesto. Utilidades potenciales que nos harán ver a las cáscaras de huevo como una apreciada fuente de valor, en vez de como un simple desecho orgánico. 

¡Comenzamos!

Guia Sostenibilidad

Algunos usos que puedes darle a las cáscaras de huevo

usos cascaras huevo

Como fuente de calcio para complementar tu dieta

Aunque habitualmente se desechan, lo cierto es que las cáscaras de huevo son también comestibles si se preparan de manera adecuada. Por ejemplo, en el caso de los huevos encurtidos, la cáscara de huevo se vuelve blanda por el efecto disolvente que produce en ella el vinagre. Pero si lo que queremos es aprovechar todo el calcio que contienen las cáscaras de huevo, lo ideal es añadirla a nuestras comidas en forma de polvo. Para ello, solo habrá que limpiar y hervir las cáscaras de huevo, para asegurarnos de que no contienen gérmenes. Después habrá que secarlas muy bien y triturarlas con una batidora o un molinillo hasta que obtengamos un polvo muy fino. Con tan solo 2,5 g de cáscara de huevo molida podremos obtener la cantidad diaria recomendada de consumo de calcio para adultos. 

Y además de para complementar nuestra dieta, también podemos usar las cáscara de huevo para aportar nutrientes a las comidas de los animales de la casa. Por ejemplo, usando la cáscara de huevo para alimentar a nuestros perros y nuestros gatos. Aunque siempre es importante que consultemos primero con nuestro veterinario en cada caso particular antes de complementar la alimentación de nuestras mascotas. 

Como fertilizante o abono natural

El uso más conocido de la cáscara de huevo para las plantas es como abono y fertilizante para enriquecer el sustrato de cultivo. El alto contenido de la cáscara de huevo en minerales esenciales (calcio, zinc, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, potasio…) para el crecimiento y el desarrollo de las plantas la convierten en una magnífica fuente de nutrientes que podemos aprovechar para agregar a nuestras macetas, a nuestro huerto o a nuestro jardín. Bastará con que trituremos las cáscaras de huevo y las espolvoreemos en la tierra de nuestras plantas, aproximadamente, una vez al mes, dependiendo de las necesidades concretas de mineralización de cada planta. 

Como barrera de protección para nuestras plantas

Además de como fertilizante o abono, también podemos utilizar las cáscaras de huevo para proteger a nuestras plantas, flores y hortalizas del ataque de algunos pequeños animales e insectos, como pueden ser caracoles, babosas o gusanos. Bastará con romper las cáscaras en trozos pequeños y disponerlas en la tierra, alrededor de nuestras plantas, a modo de barrera. Las aristas de los trozos de cáscara “invitarán” a estos pequeños invertebrados a buscar su comida en otro lugar. 

Para hacer compost natural

Todos los nutrientes y minerales de la cáscara de huevo pueden ser muy útiles de cara a enriquecer nuestro compost casero. Podemos mezclarla con otros desechos de origen orgánico, como restos de plantas, hierbas, restos de café e infusiones, pieles de frutas y verduras, etc. Es importante que antes de destinar las cáscaras de huevo al compostaje las lavemos bien, para evitar los gérmenes, y las rompamos en trozos pequeños o las molamos para facilitar su descomposición natural. 

Leer más: Cómo hacer composta casera en casa: una guía para principiantes

Para fortalecer las uñas

El calcio del que se forman las cáscaras de huevo también nos puede ayudar a fortalecer las uñas. Para aprovechar este uso, podemos aplicarnos el polvo de cáscara de huevo directamente en las uñas, disuelto en un esmalte de uñas. Y ya sabes, si el esmalte es ecológico, siempre es mejor para la salud de tus uñas y para el medioambiente.  

Como exfoliante para la piel

La textura áspera de la cáscara de huevo puede ser aprovechada como material exfoliante para ayudarnos a retirar las células muertas de la piel. Además de tratarse de un ingrediente totalmente natural, nos ayudará a mejorar la salud de la piel gracias a su gran aporte de minerales. Para aplicar las cáscaras de huevo como exfoliante solo necesitaremos convertirlas en polvo y después mezclarlas con clara de huevo. Tendremos una mascarilla exfoliante sana, natural, nutritiva y de lo más económica. 

Como abrasivo de limpieza

Este efecto exfoliante del polvo de la cáscara de huevo puede ser aprovechado también para otros usos más allá de los tratamientos de belleza y cuidado personal. Por ejemplo como abrasivo desincrustante para la limpieza de ollas, cazuelas y de otros utensilios de cocina, o de herramientas en general. Bastará con añadir el polvo de la cáscara de huevo a nuestro detergente habitual antes de frotar y limpiar estos utensilios. Aunque deberemos evitar esta aplicación en las piezas de cristalería, para no dañar su brillo. 

Estos son solo algunos de los usos más comunes que podemos darle a las cáscaras de huevo, pero ya sabemos que en cuestiones de reutilización y reciclaje, la imaginación no tiene límites. 

¿Conoces más usos para aprovechar las cáscaras de huevo?

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